Deriva

Estoy dentro de una bola de nieve, creo que en inglés tiene mas sentido, son esas de cristal, y la sacuden. Soy literalmente un desastre. Mis emociones jamas fueron tan intensas, es como haberles sacado el polvo, nacer de nuevo y conocerlas en otro nivel. Me presento, soy el fantasma de la ópera, oculto tras bambalinas observando el despliegue. Quisiera viajar en un tren de carga, recostada en el suelo de un sucio vagón y fumar mientras espero que me lleve a cualquier lugar. Pero eso lo vivo en mis juegos, me sumergí en un mundo alternativo hasta presionar los bordes, hasta ser literalmente un fantasma para el mundo de los vivos. En mi mundo viajo, me atrevo, abrazo, me reencuentro con amigos que poco a poco y sin satisfactoria explicación dejaron de hablarme, siento mariposas en la guata y esa estupidez que te inunda cuando darías un brazo por seguir a quien amas al puto fin del mundo… Pero la escena no se mantiene, en algún minuto debes volver a ti mismø y ver que todo era parte del teatro, de la atmósfera… Y vuelves a ser tu mismø, como despertando de un sueño con el sonido de la alarma para ir a trabajar.
De nuevo el hombre lobo está atrapado en su faro abandonado en un pueblo nevado y extraño, cuantos años tenía cuando escribí ese libro… 18? La vida es cíclica, pero en cada nueva vuelta te pilla con nuevas herramientas. Estas son mis vacaciones de salud mental, ahora fluyo con el viento, me arrastro dentro del tornado que me desintegra en miles de partículas, soy la tormenta, viviendo en medio entre el cielo y la tierra, soy un cometa -un papalote?- puedo girar con el viento pero no pierdo el cable a tierra. Una fuerza interna me dice que me lance, porque cuando salga de esto tendré nuevas plumas de colores, así que quítate las antiguas primero. Es el momento de la purga, de mirar a los ojos todo aquello a lo que creías que le podías mantener la mirada sin problemas, de dejar caer la cortina, las bambalinas y la máscara, de gritarlo y quemarlo todo hasta que el cristal se rompe y caes con el agua y la nieve al suelo, porque no hay nadie que te recoja, no es una queja, soy un cuenta cuentos que vio saltar al gran pez mientras caía por la cascada y los cristales rotos, se dio el contexto perfecto para la soledad así que había que aprovechar el momento y vivirlo con la nostalgia al máximo. Hoy hablamos de las pérdidas en el trabajo, interrumpí para señalar que las perdidas materiales resultan en resignación. Pérdida… Perdemos realmente o simplemente nos transformamos? «Se volvió a gusano, mariposa, cansada de volar y no poder arrastrarse al fondo de las cosas, a ver si dentro puede comprender». Pérdida, es la clave, es lo que purgo ahora en esa nueva curva del espiral, todo lo que he «perdido» es en realidad todo lo que ha cambiado y que aún no he asimilado.
Seguiremos con el curso a la deriva durante un tiempo más, vivamos la aventura de ver dónde nos lleva, esquivaremos arrecifes en la búsqueda de plumas de colores con las que adornarnos la cabeza y el corazón, porque guiar el barco ahora solo genera desesperación, el amor no está ahí fuera, está en este mar que nos inunda y rodea, mientras mas tarda en entenderlo más sube la fiebre y la locura del marino por encontrar tierra, vete al carajo y observa desde las alturas que siempre estás precisamente dónde debes estar. Que no panda el cúnico, que nada ni nadie se ha perdido, simplemente vamos a la deriva…

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